Así se desprende del estudio «Indicadores de resultados en salud de la Sanidad Privada»
Los hospitales privados españoles tardan apenas dos semanas de media en comenzar a tratar a una paciente con cáncer de mama una vez diagnosticadas, cuando los estándares internacionales establecen una demora media de entre ocho y 10 semanas.
Así se desprende de los resultados del primer estudio RESA
2012 «Indicadores de resultados en salud de la Sanidad Privada»
elaborado por el
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad
(IDIS), entidad formada por las principales aseguradoras y grupos
hospitalarios privados de España.
En dicho estudio han participado 87
centros privados que representan alrededor del 41 por ciento de las
altas de hospitalización y 67 por ciento de las urgencias de la sanidad
privada, y el objetivo era «conocer indicadores reales para establecer
comparaciones y saber si lo estamos haciendo bien», según ha explicado
Ángel de Benito, vocal del IDIS y uno de los coordinadores del estudio.
En este sentido, uno de los resultados más destacados ha
sido el tiempo entre el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama,
ya que se trata de «un marcador sensible que requiere una atención
inmediata», ha apuntado. Así, y tras casi 2.000 pacientes analizadas, se
observa que en los hospitales privados de España apenas pasan 12,55
días de media desde el momento del diagnóstico a la intervención, ya sea
quirúrgica o médica (tratamiento con quimioterapia o radioterapia).
Estos datos, según ha reconocido Manuel Vilches, también
vocal del IDIS, durante la presentación del estudio, son
«sorprendentemente bajos» si se tiene en cuenta que las recomendaciones
internacionales establecen una demora media de entre 8 y 10 semanas. De
hecho, incluso el límite superior de la muestra, que fue de cuatro
semanas, está «todavía muy por debajo de las mejores recomendaciones
internacionales».
Espera en Urgencias
El estudio ha analizado parámetros más generales como el
tiempo medio de espera en Urgencias, que estaría en 25 minutos. En este
sentido, Vilches ha destacado que el tiempo medio desde que el paciente
llega a la puerta de Urgencias y es evaluado es de 9 minutos, a los que
había que sumar otros 16 de media hasta que es atendido por un
facultativo.
Sobre este último aspecto, además, se ha producido un
descenso del 20 por ciento en los dos últimos años, ya que en 2009 la
media de espera desde la evaluación a la atención era de unos 20
minutos, a los que había que sumar otros 8 hasta el triaje. La espera
media para una intervención quirúrgica no urgente en los hospitales
privados es de 30 días, mientras que el tiempo medio de hospitalización
es de 3,7 días de media, con unos máximos no superiores a los cinco
días.
Nuve días para un TAC
En lo que respecta a la demora para realización de pruebas
complementarias, el estudio muestra que la espera para la realización de
una mamografía es de unos 14,1 días, para un TAC
está en 9,3 días y para una resonancia magnética en unos 9,7 días.
Además, el tiempo de espera hasta la entrega del informe en cada caso es
de 3,7, 4,8 y 5,9 días respectivamente. No obstante, ha precisado
Vilches, en esta demora se incluyen todo tipo de pruebas, tanto
rutinarias como urgentes, si bien en estas últimas el tiempo de entrega
en muchas ocasiones «es casi inmediato».
El estudio también ha recogido marcadores de eficacia como
la tasa de reingresos o complicaciones. De este modo, muestra como las
tasas de retorno a las 72 horas de una urgencia es de 3,4 por ciento (en
2009 era un 3,7%), y la tasa de reingreso a los 30 días de un alta es
de 4,6 por ciento, ligeramente superior al 4,3 por ciento de los datos
de 2009. Igualmente, la tasa de bacteriemias relacionadas con catéter
central en UCI, las llamadas infecciones nosocomiales, es de apenas un
0,8 por ciento, mientras que la tasa de supervivencia de pacientes
ingresados por síndrome coronario agudo es de un 97 por ciento.
El estudio también ha analizado el porcentaje de cirugías
de prótesis de cadera realizadas dos días después de un ingreso
hospitalario, siendo de un 94,5 por ciento. Estos datos, según Vilches,
son claves para disminuir la mortalidad y mejorar la eficacia de la
rehabilitación. Además, son «mucho más elevados» si se comparan con
otros estudios, que muestran un porcentaje de intervenciones de entre un
30 y 50 por ciento.
Por último, el estudio muestra como hasta el 68 por ciento
de los centros participantes en el estudio cuentan con alguna
acreditación o certificación de calidad emitida por organismos
internacionales como el ISO, la European Federation of Quality
Management o el Joint Commission of Hospital Accreditation. De estos,
además, el 80 por ciento tienen acreditada la calidad de áreas
relevantes como los servicios de Diagnóstico, Urgencias, Bloque
Quirúrgico u Obstétrico o Consultas Externas.
Asimismo, el 89,4 por ciento de los hospitales privados
tiene implantado un protocolo de higiene de manos, el 95 por ciento
tiene implantado o está en proceso de contar con un protocolo de
cirugía, los protocolos de identificación de problemas relacionados con
la medicación superan el 73 por ciento y los sistemas de notificación
anónima de efectos adversos el 78 por ciento.